Finanzas públicas y Contabilidad
gubernamental
Por: Dr. Ambrocio
Alvarez Alvarado
Las finanzas
públicas nos permiten conocer de dónde se obtienen los recursos públicos y como
se distribuye el gasto público, es decir cómo será asignado a las diferentes
áreas y programas del gobierno; es importante minimizar los costos y maximizar
los ingresos por medio de la eficiencia y eficacia de los programas
gubernamentales, entre mejor se apliquen los recursos, estos podrán alcanzar
para más proyectos de naturaleza social. Comúnmente el sector público cuenta
con ciertos instrumentos para captar ingresos como son los impuestos, los
derechos y las contribuciones, entre otros; pero también se tienen muchos
proyectos y programas de tipo social, económico y político que requieren
recursos para su implementación y desarrollo, por ello es importante evaluar
los diferentes programas y proyectos, para canalizar los recursos a aquellos cuya evaluación
implique el máximo rendimiento social y la mayor rentabilidad ingreso-costo-beneficio
gubernamental. De igual forma para tener un adecuado control de los ingresos y
gastos que genera el gobierno, es fundamental que todos los entes públicos
lleven una contabilidad, en la cual registren todos los movimientos diarios que
impliquen entradas y salidas de recursos, con la finalidad de proporcionar
información financiera relevante, eficaz y confiable a los principales
funcionarios que toman las decisiones financieras en el sector público. La contabilidad
gubernamental es básicamente la actividad de registrar,
analizar, clasificar, sintetizar, comunicar e interpretar la información
financiera que produce el gobierno para ser evaluada por la sociedad civil; es pieza clave para la correcta
administración de las finanzas públicas por parte de los administradores del
gobierno; su naturaleza de registro de todos los ingresos y gastos que realiza
el sector público, permite regular el superávit o déficit fiscal. Un buen administrador
gubernamental siempre busca tener un superávit en su gestión administrativa. La
contabilidad gubernamental debe ser homogénea para los tres poderes del país (ejecutivo,
legislativo y judicial), y para los tres órdenes de gobierno. Para ello se
promulgó la Ley de Coordinación Fiscal, la cual permite a través de
ciertas reglas que el gobierno federal, estatal y municipal homologuen sus
criterios contables para la recaudación de ingresos a través de los impuestos
que les corresponde a cada uno y cedan los impuestos principales para participar
en la distribución que realiza la federación. En los últimos años se ha buscado
armonizar los criterios de registro contable, por medio de la Ley General de Contabilidad
Gubernamental (LGCG), la cual establece los criterios de aplicación para
la contabilidad gubernamental y la generación de información financiera veraz y
confiable de los entes públicos, para ello la federación, ha
dictado los lineamientos a seguir por los estados y municipios, de tal manera
que la información financiera que generen los estados financieros públicos, sea
veraz, confiable y oportuna, y permita la toma de decisiones de manera
eficiente, efectiva y eficaz, con lo cual se maximicen los resultados y se
minimicen los costos o gastos relativos; la información financiera que produce
el sector público debe ser evaluada por las normas de auditoría establecidas al
respecto, de tal forma que al ser consultada por los ciudadanos esta sea
confiable.
Para que los gobiernos puedan gastar en sus
programas sociales y de inversión, requieren de la captación de ingresos de
diversas fuentes como los impuestos, la venta de activos ociosos, la emisión de
deuda, la renta petrolera, entre otros, lo ideal es financiar sus programas con
ingresos propios derivados de su captación interna, y no endeudarse, para
mantener sus finanzas sanas. Para evitar sorpresas como la deuda y otros elementos,
se creó la Ley de Ingresos, que es el ordenamiento jurídico propuesto por
el Poder Ejecutivo y aprobado por el Poder Legislativo que contiene los
conceptos bajo los cuales se podrán captar los recursos financieros que
permitan cubrir los gastos de la federación durante un ejercicio fiscal, con el
objetivo de generar recursos de sus propias fuentes y no de fuentes externas. El
gobierno genera recursos a través de los
ingresos propios a la actividad del Estado, que son obtenidos tradicionalmente
a través de: las
contribuciones, los impuestos, los derechos, los ingresos provenientes de la
venta de bienes y servicios de los organismos y entidades paraestatales, etc; y los ingresos
extraordinarios, que son recursos no
propios de la actividad del sector público como: emisión de deuda pública
interna y externa (préstamos recibidos y emisión de circulante) y la venta
de activos públicos. La
promulgación de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, sentó
las bases para la elaboración de un presupuesto de ingresos y egresos
responsable y acorde a la obtención y gasto de recursos, sin caer en excesos ya
sea de ingreso o de gasto, y que sean ejercidos en forma programática para
mejor control. Hoy en día pese a los actos de corrupción, la ley de ingresos se
ha elaborado de manera adecuada y confiable, enfocada más en los ingresos
ordinarios y haciendo poco uso de los extraordinarios, aún y cuando en algunos años
se ha tenido un subejercicio, que afecta los proyectos de inversión y los
programas sociales; con todo y lo anterior, un presupuesto responsable ha
permitido que se tengan finanzas públicas sanas. Para la obtención de los ingresos del gobierno,
desde hace más de cincuenta años el Código Fiscal de la Federación, se
ha convertido en una guía clara, ha sufrido modificaciones acordes a los
tiempos actuales, pero es una herramienta muy valiosa para los gobiernos que
hemos tenido. Es un ordenamiento jurídico que fija
los conceptos fiscales más importantes, reglamenta la recaudación
fiscal, establece el proceso para la
obtención de los ingresos fiscales, la forma para llevar a cabo las
resoluciones fiscales, los recursos administrativos, así como el mecanismo para
resolver las controversias ante el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y
Administrativa.

El código fiscal menciona que los principales impuestos para obtener
los ingresos públicos, son los siguientes: Impuestos federales (impuesto
al valor agregado (IVA) Impuesto sobre la renta (ISR), Impuestos sobre depósito en
efectivo (IDE) etc.); impuestos estatales (Impuesto sobre la remuneración
al trabajo, impuesto
sobre producción y servicio, impuestos municipales, impuestos sobre los ingresos, impuestos sobre el patrimonio); impuestos
municipales (impuestos sobre los ingresos, impuestos
sobre el patrimonio), más las
contribuciones, derechos,
infracciones, multas etc.

Después de las crisis de los 70´s y
principios de los 80´s, la población exigió a través de propuestas ciudadanas
una mayor responsabilidad y control en el presupuesto del gobierno, por lo que
el gobierno en turno se vio obligado a presentar un presupuesto responsable y
equilibrado en sus ingresos ordinarios y extraordinarios, se limitó la deuda, y
se aprobó una reforma fiscal adecuada, que le permitiera al gobierno captar
ingresos suficientes por impuestos, contribuciones y derechos para así poder
cumplir con sus programas sociales y proyectos de inversión; se exigió por los
diferentes sectores de la sociedad un control más riguroso del uso de la deuda
externa, que evitara inflación, devaluación y otros problemas que perjudicaran
el poder adquisitivo de la población. Para los años 90´s y hasta la fecha los
presupuestos han sido más equilibrados y responsables.

El
gobierno es elegido por sus ciudadanos, para satisfacer las demandas sociales,
resolver los problemas públicos y satisfacer las necesidades de la población;
esto implica requerimientos de amplios recursos, que por lo general la
administración pública los obtiene de impuestos y contribuciones, emisión de
circulante, venta de activos y a través de la contratación de deuda pública y
privada; estos recursos el estado debe distribuirlos correctamente en los
programas sociales y proyectos de desarrollo, que cubran perfectamente los
satisfactores de la sociedad civil; lo anterior conlleva un esfuerzo
administrativo, y el desarrollo de políticas fiscales y monetarias, con un
enfoque en una gestión pública eficiente, transparente, honesta y efectiva, que
sobre todo promueva la actividad económica, de tal forma que el Estado tenga
suficientes opciones para captar recursos de fuentes propias como los
impuestos.
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